jueves, 10 de noviembre de 2016

El poder de nuestras palabras.

Buenas!

Hoy quería poner especial énfasis en nuestras potencialidades como seres humanos. Los grandes avances en la sociedad provienen, en primer lugar, de una visión: de ideas, creadas y desarrolladas en primer lugar en la mente de una o varias personas, y luego plasmada en la realidad a través de acciones, de hechos.

Cuando escribimos, la obra que estamos engendrando tiene su origen en nuestros pensamientos. Éstos pueden provenir de diversas fuentes y ser influidos por infinidad de cosas, cómo quiénes en verdad somos y cómo vemos el mundo, nuestra crianza, nuestros amigos, las circunstancias que la vida nos ha hecho vivir, etc

Pero, yendo al grano, las palabras que salen de nuestras manos (escritas) o por nuestras bocas tienen un inmenso poder. El asunto es que sepamos direccionar esa energía. Si pienso que lo que escribo es poco creativo, o carece de interés para los demás, pues lo más probable es que eso suceda. Debo auto-convencerme que puedo y debo mostrar, a mí mismo en primer lugar, lo mejor que tengo. No es posible alcanzar el éxito pensando en el fracaso. Pero sí es posible concentrarse en nuestros puntos fuertes y dar el máximo de lo que uno puede dar: es enteramente viable lograrlo, ¡créanme!

Cuando escribas, hazlo convencido. Sé paciente, pero cree en tí. No digas cosas negativas en voz alta, hazme caso. A veces cuesta comenzar a creer, pero si día a día te convences que puedes... lo vas a lograr.

PD: No olvides, para nosotros, escribir no debe ser un trabajo, sino una pasión... ¡a disfrutarla entonces!

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